domingo, 16 de mayo de 2010

OIMAKU de la pizza picante de Inglaterra

OIMAKU de la pizza picante que cenamos en casa de I. y J. en Inglaterra. La habíamos comprado junto con otras en el supermercado de la misma calle y era "Indian Style" o algo similar. Recuerdo que estábamos todo el grupo comiendo las pizzas, bebiendo y charlando, y en cierto momento de la velada, cuando todos recibíamos en nuestros estómagos la pizza india recién salida del horno, J., con su indumentaria de heavy, empezó a toser tras el  primer mordisco. Obviamente, todos empezamos a reírnos de él. Sin embargo, M. no lo hizo. Estaba quieto, con los ojos vidriosos, como un perrillo abandonado. "¿Qué te pasa?" le preguntamos preocupados. Él se puso rojo y le cayeron un par de lagrimones. "Un poco fuerte, ¿no?" respondió sin mirarnos. Entonces sí que nos partimos la caja. Por sus huevos y su orgullo, M. se terminó su porción de pizza, ¡aunque le costara un agujero en el estómago!

viernes, 14 de mayo de 2010

OIMAKU de las rayas del Canal+

OIMAKU de las rayas blancas, grises y negras del Canal+ codificado. A veces, creías poder llegar a intuir algo. Y no cambiabas de cadena.

lunes, 10 de mayo de 2010

OIMAKU del anillo de mi abuelo

OIMAKU del anillo de mi abuelo, dorado, con un sello grande, rojizo y brillante que me fascinaba de pequeño. Mi abuelo falleció y acabé, en cierto modo, heredándolo. No me lo pongo. Es demasiado ostentoso y no me gusta, pero lo conservo con mucho cariño.

jueves, 6 de mayo de 2010

OIMAKU de Hotel Tres Estrelles

OIMAKU de aquella serie de El Tricicle que emitían en TV3, llamada Hotel Tres Estrelles. Me encantaba y creo que existe una cinta de VHS grabada con capítulos que todavía da vueltas por casa de mi madre. Recuerdo un episodio en que había una convención de gafes, que era un desastre, y me acuerdo de que Carles Sans interpretaba a un botones que siempre acababa sacando provecho de las situaciones. Al final de cada capítulo de la serie se armaba la gorda y acababan todos corriendo, persiguiéndose como en Benny Hill. Adoraba aquella serie. Era buenísima.

miércoles, 28 de abril de 2010

OIMAKU de E., el niño que murió

OIMAKU de mi quinto o sexto cumpleaños, tal vez cuarto, en el que mi madre invitó a todos mis amiguitos a casa, a una de esas fiestas con bocadillos de nocilla y bimbo y ganchitos naranjas. Mi madre había hecho un pastel relleno de crema, con chocolate y lacasitos encima, y vino un niño que se llamaba E., de mi misma edad, al que mis recuerdos se empeñan en apodar Calimero, con el pelo en capita, rubio y muy simpático. Era el primo de una niña sordomuda de mi edificio, cuyos padres eran amigos de los míos. Esa tarde, con la boca llena de pastel, preguntaba: "¿Es de flan?", y tengo esa imagen grabada. Poco después, ese niño moriría atropellado: al parecer, asustado por un cruel mayor que le azuzó un perro pequeño, salió disparado a la carretera.

sábado, 24 de abril de 2010

OIMAKU del sueño de esta noche

OIMAKU del sueño que he tenido esta noche, en que era un guerrero que mataba gente, y por ello iba al infierno (sin embargo no recuerdo morir antes de ir al infierno). Este no tenía fuego, sino que era un páramo yermo y desierto lleno de vagabundos tan desesperados como yo.

martes, 20 de abril de 2010

OIMAKU del misterio de La minifalda

OIMAKU de La minifalda de Manolo Escobar y de lo confundido que me tenía su letra de pequeño e, incluso, de adolescente. La canción reza tozudamente "No me gusta que a los toros te pongas la minifalda" y luego, encima, hacemos un bis. Sin embargo, yo, al escucharla, lo que entendía era "No me gusta que a los toros les pongan la minifalda" y luego, encima, el bis. Me parecía coherente, en mi cerebro de niño, que a aquel señor que cantaba le molestara que a un toro bravo de lidia le pusieran algo tan ridículo, para más inri en mi cabeza le vestía un tutú rosa, pero no llegaba a comprender a qué venía todo esto. ¿Era una especie de metáfora castiza? Es más, ¿una metáfora castiza de qué?

domingo, 18 de abril de 2010

OIMAKU de los jerseys de mi madre

OIMAKU de los jerseys que tejía mi madre para mi padre y para mí. Recuerdo un par verde y otro gris, ambos a conjunto. Los hacía con lana y aguja de calceta. El motivo era una especie de trenzado que iba desde el cuello hasta la cintura. Recuerdo que hubo un tiempo, al hacerme mayor, que me disgutaban profundamente. Y ahora me producen una especie de nostalgia cuando los veo en las fotografías. Como algo que ya no volverá.

jueves, 15 de abril de 2010

OIMAKU de la tele de ocho botones

OIMAKU de la tele que teníamos en el salón cuando tenía cinco años. Era marrón, enorme, y tenía ocho botones para ocho canales. No tenía mando y te tenías que levantar para cambiar de cadena. Me encantaba apretar aquellos botones y oír cómo sonaban. Clac-clac-clac.

jueves, 8 de abril de 2010

OIMAKU de Cameron Díaz en La máscara

OIMAKU del travelling ascendente que presenta a Cameron Díaz en la peli de La máscara. Todos, absolutamente todos en la sala de cine, hicimos igual que Jim Carrey. Impresionante.